

¿Se dieron cuenta que los candidatos más firmes a quedarse con la banca de Jefe de Gobierno se mostraron cercanos al fútbol durante toda la campaña? Lo de Macri obviamente no es cercanía, es una función, pero el falso licenciado Jorge Telerman y el “maestro” Daniel Filmus hicieron todo lo posible para que se los vincule con la pelota. El pelado ex panelista de Badía y Cia con su imagen de “nunca toqué una pelota ni me interesa” se presenta como hincha de Boca y Atlanta, y en un claro acto político se encargó de utilizar fondos públicos para reabrir la sede del club de Villa Crespo. Filmus es hincha de San Lorenzo. Desde que lo postularon para Buenos Aires no deja de pisar el Nuevo Gasómetro. La Butteler sacó una bandera con su nombre. Y promete devolverle al club unos terrenos que están detrás del supermercado de Av La Plata. Esta idea, que es ley, tuvo la oposición en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires del vice de Telerman, el ex segundo de Fernando de la Rúa, Enrique Olivera; y finalmente fue vetada por el actual Jefe de Gobierno. Lo curioso es que unos días después de haber decretado como nula a la ley, el mismo Telerman dijo que los terrenos finalmente volverán a San Lorenzo. Claro que si por estas horas a Telerman le preguntan si el Ciclón va a volver a jugar en Av La Plata con Farro, Pontoni
y Martino, con tal de que lo voten diría que sí.
A propósito de San Lorenzo, Mauricio Macri quiso conquistar el corazón de sus hinchas y robarle votos a su rival Filmus, con dos frases lamentables: “Que Boca gane la Copa y San Lorenzo el Clausura” y “¿Qué mejor que le vaya bien a tu papá?”. Reconocer la paternidad, minimizarse ante un rival, no parece digno de un buen hincha y menos de un Presidente, sí de un político en campaña, capaz de mentir por un voto.

A propósito de San Lorenzo, Mauricio Macri quiso conquistar el corazón de sus hinchas y robarle votos a su rival Filmus, con dos frases lamentables: “Que Boca gane la Copa y San Lorenzo el Clausura” y “¿Qué mejor que le vaya bien a tu papá?”. Reconocer la paternidad, minimizarse ante un rival, no parece digno de un buen hincha y menos de un Presidente, sí de un político en campaña, capaz de mentir por un voto.