Este campeonato no es serio

La frase pronunciada con lágrimas internas una noche de sábado en La Plata sigue rebotando, no pierde vigencia. Aquel Apertura 2006 plagado de irregularidades, fue catalogado por el técnico de un River que volvía a caer en la derrota, como carente de seriedad. Los meses pasaron y hoy el que no ocultaba el llanto verbal ante los micrófonos se muestra sonriente, chispeante, feliz. Salta del banco como un chico ante cada gol agónico de su equipo. Carga a los rivales, los invita a pelear. Festeja alocadamente los tantos ilegítimos, los que hace su "hijo del fútbol", el que se quiere mostrar como recuperado del alcoholismo pese a que sigue necesitando un tratamiento serio. El gol con la mano se grita hasta el hartazgo y los periodistas partidarios y sensacionalistas que trabajan en grandes medios, casi ni preguntan por la trampa. ¿Esto es especial para vos porque lo pusiste a Ariel no? es el centro enviado desde la raya de cal por Héctor Gallo. "Ariel, lo tuyo se compara con aquella vuelta de Hugo Morales (quien marcó en su regreso al fútbol tras superar un cáncer)" dice el riverplatense y amigo del hombre de "la mano de Dios, parte 2", Gastón Recondo.
De la vergüenza de ganar un partido de esa manera, nadie dice nada. De la mano que Daniel Giménez (hombre siempre emparentado con Boca) le da a River, Passarella no hace alusión. Mientras al árbitro le pateaban la puerta los jugadores de Quilmes, en otro rincón sólo se escuchan las palabras sin, intención, merecimientos y bla, bla, bla.
Señores, con ustedes, el Clausura 07. Otro campeonato que no es serio.