viernes, 17 de noviembre de 2006
¡Histéricos!
Que no se juega, que no se jugaría, que se jugaría, que se juega, que tengo miedo, que vamos a ver qué pasa el lunes. Así, con este tipo de declaraciones, transcurrió el día futbolístico mediático mas absurdo de los últimos tiempos. Arrancó con "la gran noticia" que muchos medios (radio, TV, diarios digitales) se encargaron de hacer difundir: "los futbolistas decidieron parar el fútbol", mientras que jamás se dio una confirmación oficial, ni algún jugador de Primera División públicamente reconoció al menos esa intención. La búsqueda de noticias llevó a la prensa, primero a la puerta de la sede de Futbolistas Argentinos Agremiados y más tarde al Hotel Hilton de Puerto Madero. Allí se reunieron más de 30 jugadores de casi todos los equipos, sin presencia de los hombres fuertes del gremio. Posteriormente sí, Jorge Domínguez y Sergio Marchi llegaron al cónclave en el que se había decidido parar y mostrarse atemorizados frente a la presencia de barras en sus clubes, quienes le habrían reclamado que paren el fútbol porque no puede jugarse sin hinchas visitantes.
En base a esto último, vale la pena frenarse y marcar un par de cosas importantes: los jugadores están "atemorizados", "viven con miedo" generado por los barras que ellos conocen, que muchas veces bancaron y que jamás denunciaron, aún cuando un fiscal les dio la oportunidad para hacerlo. Más allá de esto que es la versión oficial (el miedo como motor de un paro), aparecieron dos versiones distintas.
Una que hablaba de un manejo político desde el Gobierno Nacional, que enfrentado con la AFA, le pidió a Juan Sebastián Verón que encabece la lucha para parar el fútbol. La relación Verón-Gobierno K sería muy buena y se vio afianzada con la aparición de una bandera en favor de la reelección presidencial en la tribuna de Estudiantes. El otro rumor hablaba de una movida generada fundamentalmente en el plantel de Daniel Passarella que pretendía la huelga para entorpecer una futura consagración de su archirrival Boca.
Sea como sea no hay paro, habrá fútbol pese a que sólo pueden entrar socios y abonados, y se generó un show mediático en la puerta del Hilton con varias cosas para marcar. Por ejemplo las notas irrelevantes que se le realizaron a Mauricio Serna y Guillermo Marconi (titular del gremio de los árbitros SADRA), quienes pese a estar vinculados con el fútbol fueron al hotel por temas personales y se vieron obligados a hacer declaraciones en los molestos micrófonos. De hecho Marconi dijo "muchachos, yo vine a arreglar mi divorcio" (jajaja). Fox Sports puso toda su artillería al aire, metió a Fernando Niembro en el ataque y a sus secuaces esparcidos por toda la cancha, mientras increíblemente su competencia, TyC Sports, se las arregló como pudo con un desconocido movilero y un ignoto conductor de su pésimo noticiero.
Todo impresentable como nuestro fútbol argentino que no para, sigue y sigue...
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