"Somos la mitad más uno, somos el pueblo y el carnaval...." se escucha desde hace décadas en cualquier cancha en la que juegue Boca. Sus hinchas lo sienten así. Se emparentan en gran forma con la idea de que son "el pueblo". El nombre Boca, por sí sólo, suena popular. Todo esta introducción sirve para darle pie a las declaraciones que hace unos días realizó José María Aguilar: "Boca es la nave insignia de la derecha argentina que quiere imponer un Presidente". Derecha no es igual a popular. Los deseos del Presidente de Boca, se sabe, sí se relacionan con la presidencia de la Nación.
Algo es claro: José María, hombre con calle y tablón (mejor dicho cemento), sintió que debía mostrarse como el más hincha de River delante de los hinchas de River, y ante un fracaso de su eterno rival salió al cruce, fundamentalmente para tapar los errores propios. Pero también se mostró en las antípodas ideológicas de MM ¿Aguilar acaso también pretende un cargo político? Creemos que sí.
Es decir, Macri no es el único que utiliza a un club para catapultarse hacia más.
Igualmente, preferimos quedarnos con otra frase de JM: "Macri tiene protección mediática". Es cierto: nadie critica a MM, nadie le cuestiona algo, ni a nivel fútbol ni a nivel político, pese a que en su año de legislador nacional aún no haya hecho algo productivo (y probablemente no lo haga). Si alguno presta atención (no hace falta mucha) se dará cuenta que los periodistas que más emparentados están con Boca jamás dicen algo malo de "Mauricio" y que ellos muchas veces son sus voceros. Lo que lleva a pensar que deben cobrar un sueldo por eso ¿no?
Además, si se hace memoria se podrá recordar que allá por 1995 Macri era presentado como el Berlusconi de estas tierras: de presidir el club más importante a presidir un país. Y es más que obvio que "el cartonero Baéz" (Diego dixit) siempre se encargó de afirmar sus pretensiones.
Como cierre: Aguilar al igual que Macri también goza de "protección mediática". O alguno cree
que nunca se censuraron páginas o informes televisivos en los que se hablaba de la corrupción que existe en River. Por lo tanto, no le creemos a ninguno. Ambos están cortados por la misma tijera.
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7 comentarios:
Hace unos meses mostraron en el programa de los echados de T y C (3 en el fondo)un informe sobre las oscuras operaciones en los pases de los jugadores de River, donde Passarella también estaba involucrado ya que el era amigo de unos de los inversores. Me pregunto porque no lo dieron a conocer los otros medios, algo debe haber.
Alhorno: Estaria bueno que nos cuentes qué es lo que no se dice de estos dos presidentes.
aguilar ladron andate ya
Ahora q Boca está caído salís a hablar,es evidente q no tenés cara, dónde estuviste todo este tiempo? la última vez q hablaste fue después del 3-1.
Estos blogs "justicieros" son todos iguales, se la pasan vendiendo humo.
El presidente de River Plate, José María Aguilar, sumó un nuevo eslabón a la cadena de dislates en que se ha convertido la conducción de uno de los clubes de fútbol más populares de la Argentina: esta semana fue confirmado su procesamiento por retención indebida de tributos, es decir, por evasión impositiva.
Más allá de que el fallo sea justo o no y de que Aguilar haya recibido el apoyo de la Comisión Directiva de la institución, es evidente que el presente año encuentra a la gestión del dirigente deportivo en una curva descendente que parece no tener fin. A la orfandad del club en materia de títulos futbolísticos se suma la oscura renuncia del director técnico anterior, Reinaldo Merlo, volteado por los jugadores y sin respaldo dirigencial; el bochornoso retiro del equipo de básquet de la Liga Nacional por no presentar los avales (a propósito, ¿qué pasa con el vóley?); el balance deficitario del último ejercicio, que motivó la venta de un porcentaje de los pases de más de una decena de jugadores, casi todos juveniles, y la aparición pública de la barrabrava, que saltó a las primeras planas de los diarios merced a los destrozos ocasionados en los autos de varios integrantes del plantel profesional de fútbol, luego de perder un partido con Racing, en agosto pasado. Este hecho desnudó el vínculo que la dirigencia de la entidad mantiene con los cabecillas de la hinchada (que dentro de la entidad conoce cualquiera).
Este contexto permite hacer algunas lecturas respecto a un par de medidas y actitudes adoptadas por el presidente de River, seguramente en su intento por atenuar el impacto de tanto descalabro. Así, no sería descabellado leer la vuelta de Ariel Ortega al club como una maniobra distractiva y 'populista', destinada a ganarse los favores de la gente y a cubrir tanta impericia administrativa. Porque ni Aguilar ni el director técnico, Daniel Passarella, querían contar con los servicio del Burrito (Passarella prefería que se retuviera a Daniel Montenegro), cuyos problemas con el alcohol no eran un secreto para nadie. Los simpatizantes, no obstante, intepretaron la vuelta de Ortega como el regreso a casa del hijo pródigo.
Tampoco habrían sido casualidad los repentinos ataques dialécticos que Aguilar profirió contra el presidente de Boca, Mauricio Macri, a fines de marzo, y las reuniones posteriores que mantuvo con el jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, Alberto Fernández. ¿El presidente de River buscaba protección (o complicidad) oficial? ¿O tal vez una salida elegante, ante el terremoto institucional que sacudía al club?
Aguilar fue entrevistado ayer en "La última palabra", el programa que Fernando Niembro conduce por Fox Sports. Allí no sólo demostró soberbia en sus respuestas. También subestimó a la audiencia: ¿por qué esperó a que Alan Schlenker y Adrián Rousseau salieran en TV y fueran sindicados como los líderes de "Los borrachos del Tablón" para decir que los conocía "desde hace años", que tomaba café con ellos y que en ningún club los barrabravas son paracaidistas húngaros? ¿Aguilar cree que esa es una novedad para el común de los aficionados al fútbol? ¿Por qué no lo dijo antes? ¿Por qué no los denunció, por ejemplo, cuando estropearon los autos en el estacionamiento del club?
Y en vez de proponer soluciones maximalistas para erradicar la violencia en el fútbol, diciendo que se trata de un "problema cultural y educativo" (vaya novedad), ¿por qué no demuestra coraje e implementa el derecho de admisión en el 'Monumental', aunque sea como gesto? ¿Por qué la dirigencia deportiva argentina, de la que Aguilar es un exponente cabal, además de ineficiente, es tan cobarde?
04/11/06
me parece que el comentario de este pibe se excede un poco...No defiendo a JMA porque el tipo es realmente un caradura, pero es incuestionable esperar que el presidente, que despues de la crisis de los 18 años tiene el record mas largo en titulos sin salir campeon, muestre un poco de sentido comun o respeto hacia alguna de las instituciones deportivas de su club. Aguilar es claramente un gordo vende-humo. Se mofa diciendo que el problema de la violencia es cultural y en una lucha por el campeonato en la que su club no participo, hizo que el 52% de Argentina lo quiera matar con los afiches pelotudos que saco. El dueño del blog siempre pide altura, utilizar palabras como "orfandad" no te hace respetable, ni creible, ni mucho menos. Aguilar ya se sabe que es un tipo que ha hundido a un gran club (Soy fanatico de Boca), que lo ha llevado a ser la sombra de su eterno rival y encima lo unico que logra con sus discursitos Chicana-Tribuneros es mimetizar entre la rabia popular y la histeria cronica tipica de los argentinos, confusion entre su propia gente. Es un dirigente con banca popular por proteger a los violentos y tener a su cargo buenos diseñadores graficos para cuando Boca pierde un titulo.(Los mas elocuentes fueron los de la final de la Libertadores 2004 y el de la final con Estudiantes) Grosso Aguilar segui denunciando a Macri y gastando al orgulloso publico xeneise que asi vas a multiplicar por 14 tu patrimonio y vas a ganar 6 titulos en 2 años.
Fede.R. No soy periodista porque ya me tienen cansado del chamullo.
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