domingo, 5 de noviembre de 2006

Grandes Milagros II


Hombre de buen comer y de gran facilidad para darse vuelta y sobre todo acomodarse en el lugar justo para estar cerca de la gente poderosa. Esta es la historia de un verdadero milagro que tiene el periodismo deportivo llamado Leonardo Farinella. Un administrativo del Grupo del Gran Diario Argentino que un día llegó a ser Secretario de Redacción del diario Olé (más conocido como pasquín, Chila dixit).
Leo llegó a la empresa como un simple cadete que tenía que controlar la salida de los celulares de la redacción y arreglar los remises que retiraban a los periodistas de los estadios. Pero este robusto señor, dueño de la habilidad de preparar pizzas y de arrodilarse ante los poderosos, un día arribó a un puesto jerarquico en la redacción desbordada de pasantes. Así fue como sin tener una gran pluma, ni conocer ciertas normas básicas del periodismo, pasó a ser un referente para los capos del Grupo y propietario de la última palabra en el armado del diario que es exagerademente apreciado por los futbolistas. Leo dice cuál es la tapa, a quién hay que criticar, a quién no. Sí, cuando usted lee algo que le provoca el "cómo pudieron poner esto", piense que él seguro tuvo que ver.
Su tarea para los lectores de Olé se hizo conocida a partir de la sección "De Frente" en la que los periodistas se visten de hinchas de sus equipos, o como en el caso de Farinella demuestran que son hinchas disfrazados de periodistas. Defendiendo los colores de River, el hombre fue cosechando pocos adeptos y muchas críticas, las que le sirvieron para tomar notoriedad por las estupedices que escribía. De ahí, increíblemente, y como parte de las fusiones que realiza Klarín con sus medios, saltó (o mejor dicho cayó) en la pantalla de TyC Sports, en donde la gente pudo escuchar la voz y ver la pésima imagen que posee Leo.
Sus kilos de más se ven casi a diario en Estudio Fútbol, el programa de opinión que recluta varios desagradables (ya nos ocuparemos de ellos) y que alguna vez condujo Alejandro Fabbri. El tiempo pasado se debe a que el reconocido hincha de Platense hace simple acto de presencia ya que su imagen dentro del programa fue devorada, entre otros, por el Milagro de Leo. Es curioso pero el mismo Leo comenzó a sentarse en la mesa del programa poco después de un 21 de marzo de 2005 en el que en su columna se encargó de pegarle a Fabbri sin nombrarlo...
El poder de los sabios y los ignorantes
Leo Farinella. lfarinella@ole.com.ar
El comentarista que "sabe y es creíble" según la publicidad de su empresa, dijo ante una protesta de Ameli a la media hora del ST: "La impunidad de un equipo poderoso", una opinión fuerte que intentó explicar por qué el Coco no recibía tarjeta amarilla. No emitió bajada de línea alguna sobre el penal inventado y el gol anulado casi en el final, que era nada menos que el empate del poderoso sobre el débil. Tal vez fueron jugadas poco relevantes a su juicio o quizá tiene una opinión formada y no la cambia por nada. No sé en qué escuela de periodismo enseñan así, pero como este diario es leído por muchos chicos con ganas de estudiar, sepan que hay otras maneras de pensar, en las que se alienta a opinar de temas relevantes, los que definen cosas, aunque estén en contra de lo que hemos pensado siempre. A nadie le interesa una editorial de un lateral en media cancha.

En fin... Leonardo Farinella, un verdadero gran milagro, que demuestra cómo está hoy el periodismo deportivo.

14 comentarios:

Perplatado dijo...

Y lo peor es que respecto de Fabbri tiene razón en esa columna. Ha caído muy bajo el hincha de Platense.

Al Horno dijo...

El tema no es si Farinella tiene razón, lo peor es que unos días después se sentó al lado de Fabbri

Anónimo dijo...

Lo que decís de Farinella es falso. Nunca fue cadete. Era uno de los jefes de Deportes del diario La Prensa (versión Amalita y Cytrimblum)antes de pasar a Olé. Hijo de un obrero gráfico muy querido en el diario de la calle Azopardo. Leo, a quien no veo hace diez años, era la mano derecha del "Pato" Trasmonte, una suerte de mito indiscutido dentro del periodismpo.
¿No sería bueno que chequearas tus fuentes, pavote?

Al Horno dijo...

¿Por qué no averigüas cómo empezó su carrera en el diario Olé? ¿Cuáles eran sus funciones? ¿Hace 10 años que no ves a Farinella... y hace 10 años que no tenés contacto con el medio?

Anónimo dijo...

¿Y qué tiene que ver si llevó o trajo celulares en una redacción, pavote? Lo que te estoy informando, porque veo que te falta data y te sobra maldad,es que Farinella ya era jefe de Deportes de un diario en el 93, así que no podés ningunearlo como lo hacés, pavote.
Bueno el blog, che.
Aunque vos sos medio pavote
¿Te lo dije ya?

Al Horno dijo...

Primero que si el blog es bueno dificilmente sea hecho por alguien "pavote". Segundo se habló de su vida en Olé y sus lamentables consecuencias. No de su pasado. Y lo que se refiere a Olé y sus vertiginosos ascensos, no es falso

Anónimo dijo...

IMPECABLE POST. ESE GRUPO NEFASTO ES UNO DE LOS CULPABLES DE ESTE PRESENTE. Y ESE PASQUIN FUE LO PEOR Q LO PUDO HABER PASADO AL FUTBOL (NO DIGO DEPORTE PORQUE CASI NI HABLAN DE OTROS DEPORTES, SOLO CUANDO LES CONVIENE)
GRACIAS

Anónimo dijo...

Leo, efectivamente, era el motor de la sección Deportes de La Prensa, la única que no fue tocada por la nueva conducción, cuando compró Lom Negra. Era el tercero, detrás de Trasmonte y Gotta. Si alguien lo puso de administrativo cuando llegò a Olé, demuestra hasta que punto esa mega empresa está llena de pelotudos. Leo es un tipo muy creativol, la idea de las mejores tapas de Olé son suyas y, aunque el nivel no es el de Asch... chicos, esto es Argentina. O creen que la buena intención es suficiente. Y si no, miren la cantidad de obviedades y planteos adolescentes de Un Caño, una revista de una ingenuidad insólita. Mirá vos que sostienen que el buenazo de don Osvaldo Ardizzone escribía bien. Mamita...

Anónimo dijo...

Leo, efectivamente, era el motor de la sección Deportes de La Prensa, la única que no fue tocada por la nueva conducción, cuando compró Loma Negra. Era el tercero, detrás de Trasmonte y Gotta. Si alguien lo puso de administrativo cuando llegò a Olé, demuestra hasta que punto esa mega empresa está llena de pelotudos. Leo es un tipo muy creativol, la idea de las mejores tapas de Olé son suyas y, aunque el nivel de contenido no es el de la española As... chicos, esto es Argentina. O creen que la buena intención es suficiente. Y si no, miren la cantidad de obviedades y planteos adolescentes de Un Caño, una revista de una ingenuidad insólita. Mirá vos que sostienen que el buenazo de don Osvaldo Ardizzone escribía bien. Mamita...

Al Horno dijo...

Evidentemente el "usuario anonimo" goza con Farinella y mata a Un Caño. No coincidimos

Anónimo dijo...

Soy "anónimo" porque jno logré enterarme de como anotarme con clave y todo: disculkpen mi ignorancia, como decía Borges. No mato a Un Caño. He comprado todos sus números y allí dicen cosas que, obvio, no aparecen en los demás medios. Es un buen aporte. Solo que el nivel de la mayorìa de los profesionales (con la mejor buena intención) es muy flojito y la onda de la publicación de de una melancolía muy precoz y de diván. Y muchas veces explota en resentimientos personales. Es lo que creo. Ah: y no se trata de "gozar" a Farinella como cuando uno lee a Saer. Se trata de no discriminar a nadie porque es gordo o feo (¿revisaron las caras patibularias de ése propgrama, niños? ¿Y? ¿Panzeri era menos feo?) y sobre todo saber valorar PROFESIONALMENTE a alguien. Que da el 100 por ciento de lo que sabe hacer. Y las tapas de Olé, con el estilo berreta que exige la masividad que sí o sí necesita Clarín (y se banca las enormes pérdidas) son divertidas, originales y, convengamos, el quilombo de La Plata lo destaparon ellos. Chicos: no soy periodista deportivo. Pero he superado el prejuicio de creerlos brutos, o de imaginarlos suboficiales que al ascender, llegarán a la sección polìtica. Hay miles de casos. Me gusta menos el fútbol que Rácing y lo que realmente me apasiona, tecnicamente, es el boxeo. No tengo intereses en el ambiente. Solo les pido objetividad y no criticar con cuestiones personales Safarian, pobre, es como un pozo de defectos. Pero, ¿que necesidad de hablar de su cara de boludo, si con el resto pueden hacer un asadito? Niembro es detestable, aunque un poquititito menos que Neustadt: sin embargo es un enorme profesional. Para hablar del enemigo, hay que saber quién es, de verdad. Sobre las ingenuidades... ok, he pasado por ahí. Los felicito por este espacio de desmesura y libertad. De verdad. Y firmo... "El Mariscal". Y chau.

Al Horno dijo...

El último comentario nos lleva a este. Evidentemente aquel que conoce muy bien a Farinella es el mismo que primero dijo que Un Caño era ingenuo y adolescente, pero a la vez confiesa que no se perdió un número.
Segundo no nos parece que seamos discriminativos. Más allá de mencionar cuestiones físicas lo principal que se marcó fue su carrera en Olé, la cual no da idea de que esté muy al tanto, salvo "la creatividad de sus tapas".
Para cerrar gracias por sus felicitaciones, pero cuando dice "chicos" y "niños", suena como la palabra de un ser sublime.
Saludos
Al horno

Anónimo dijo...

FARINELLA: MAMARRACHO IMPRESENTABLE, RETARDADO MENTAL, INUTIL, FRACASADO, MEDIOCRE, CIPAYO, MITOMANO DESVERGONZADO, ANDA A PRENDERTE FUEGO CON RECONDO.

Anónimo dijo...

Farinella (a quien detesto) empezó en La Prensa. Llegó a Olé ya como editor. Estaría bueno chequear los datos y luego escribir. Norma básica del periodismo.